domingo

Cosa de dos.

Estaba yo una noche en el campo viendo la luna,
paseando me hallaba ante la laguna.
Laguna que me hacía pensar en ella noche y día,
aún recuerdo su rostro pálido mientras dormía,
mientras yo escribía en su piel, poesía.
Y sus suspiros se convertían en mi tortura..


Ella caminaba con su vestido rojo,
vestido que me recordaba sus labios carmín,
y en la mano tenia un libro en latín
idioma que los dioses inventaron para el fin
del amor que era su mayor antojo..


Era maravillosa se viera por donde se viera
única en su especie superando a cualquiera
que intentara imitar la belleza de su sonrisa
la cual brillaba como la luz de la luna llena
luz que ante las estrellas la hacia eterna
como un beso fugaz dado sin prisas.

Su presencia me deja ausente, es de sangre fría y corazón caliente
y es que aun tengo miedo de ella, mi amada soledad nunca miente.

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